Tiene luna,
no es planeta;
tiene marco
y no es puerta.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Pequeña como una pera y alumbra la casa entera.
Aunque al dormir me consultan, nunca suelo contestar.
Me compran para dormir y me encanta sacudir. ¿Qué soy?
Con mi cara tan cuadrada, lisa o con dibujitos, resignada y por los suelos, me repito, me repito...
Un campo bien labrado no gasta reja ni arado.
Está hecha de metal, de madera o de cristal y golpes siempre recibe cuando la entrada prohíbe.
En un cuarto me arrinconan sin acordarse de mí, pero pronto van a buscarme cuando tienen que subir.
No soy el sol, tampoco el fuego; pero la casa bien que caliento.
En el campo fui nacida, vestida de verdes ramas, y al pueblo me trajeron, para servir a las damas, a mí todo me regalan, caramelos, miel, melada, mas yo todo lo reparto, porque no sé comer nada.
Es venta y no se vende, es Ana, pero no es gente.
