Verde fue mi nacimiento,
amarillo mi vivir,
en una sábana blanca
me envuelven para morir.
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Como cuerda yo amarro, como cadenas sujeto, tengo un brazo y muchos dedos enterrados por el suelo.
¿Qué es, qué no es? Está en el jardín, también en tus pies.
Mi nombre es de peregrino y tengo virtud notable, me encuentras en los caminos y mi olor es agradable.
Ciertamente tiene nombre de calamar espero que no te asombre si por él voy a trepar.
De bronce el tronco, las hojas de esmeralda, el fruto de oro, las flores de plata.
Aunque es madre nunca ha parido, aunque es selva nunca dio abrigo; nace y no sabe andar pero enseguida se pone a trepar.
En primavera te deleito, en verano te refresco, en otoño te alimento y en invierno te caliento.
Son nuestras blancas flores a veces tan tempranas, que la nieve, envidiosa, viene a ver si nos gana
Hay quien bebe por la boca, que es la forma de beber, pero sé de alguien que bebe solamente por los pies.
Su cabeza es amarilla, siguiendo al sol, gira y gira, muchos comen sus pepitas y dicen que son muy ricas.
