Vivo en alta situación
y en continuo movimiento,
con exactitud presento
del aire la dirección.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Está hecha de metal, de madera o de cristal y golpes siempre recibe cuando la entrada prohíbe.
En lo más alto me ponen para que el aire me dé. El aire me zarandea, Y siempre lo miro a él.
Habla y no tiene boca, oye y no tiene oído, es chiquito y hace ruido, muchas veces se equivoca.
No soy el sol, tampoco el fuego; pero la casa bien que caliento.
Todos me buscan, para descansar, si ya te lo he dicho, no lo pienses más.
Doy vueltas y no soy tiempo, un secreto sé guardar, si no me cuidan, me pierdo. ¿Con mi nombre sabrás dar?
Ni corre, ni vuela, pero siempre te precede, cuando vas o cuando llegas.
En los baños suelo estar, aunque provengo del mar.
A la entrada de tu casa algo suena si lo aprietan y tu sales presurosa a abrir deprisa la puerta.
Sin ella en la mano ni entras ni sales, ni vas a la calle.
