Es una pera colgada
que toda la casa alumbra
sin tener humo ni llama.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Ni corre, ni vuela, pero siempre te precede, cuando vas o cuando llegas.
Siempre andamos por el suelo de alcobas y de salones y en historias orientales hasta hacemos algún vuelo.
Tengo dientes y no muerdo, desenredo con cuidado, caminos abro en tu pelo, ya sea liso o rizado.
Ya ves, ya ves, tan claro que es. No me la adivines de aquí a un mes.
Su forma es de pera, aunque es de cristal da luz sin espera para cada cual.
Es una caja habladora, que vive en todas las casas, y se calla a muy alta hora.
Una señorita de carnes muy blandas, que sin ser enferma siempre está en la cama.
Aunque yo nunca me mueva por mí suben, por mi bajan; soy de diversas materias y mi utilidad la halagan.
Poseo dientes y ojos y para hacerme trabajar me has de meter en cerrojos.
Soy liso y llano en extremo, y, aunque me falta la voz, digo en su cara a cualquiera la más leve imperfección; contesto al que me pregunta sin lisonja ni aflicción, y si mala cara pone, la misma le pongo yo.