Y lo es, y lo es
y no me lo adivinas
en un mes.
más adivinanzas de costura y plancha...
Pico sin tener enojos y, sin nacer, soy de corte, pero muchos, con arrojos, los dedos, viendo mi porte, me los meten por los ojos.
Un pie grave, ardiente y plano, va dejando el campo llano y, al pasar, su calentura va dejando en la llanura.
De mi ojo cuelga un hilo largo, que une las telas y hace las prendas.
Dama da, dama deja, y no se queja de lo que deja.
Dos hermanas diligentes que caminan al compás, con el pico por delante y los ojos por detrás.
Verde fue mi nacimiento y amarillo fue mi abril; tuve que ponerme blanco para poderte servir.
Don dedín tiene un sombrero para no hacerse agujeros.
Cuanto más largas más cortas, cuanto más cortas más largas.
Primero ciega, luego pincha y todo une mientras camina.
¿Quién es esa señora, que tiene la propiedad, de estirar bien lo arrugado y de arrugar lo estirado, con igual facilidad?
