Estoy condenado
a un año y un día;
si esto es cada cuatro,
¿mi nombre, sabrías?
más adivinanzas sobre el tiempo...
¿Qué cosa, qué cosa es? que vuela sin tener alas, y corre sin tener pies.
De aquí al domingo seis pasos, seis cielos que veo pasar, seis mañanas, seis ocasos ¿Cómo me debo llamar?
Una cara con dos manos pegada está a la pared. Antes de un minuto, hermanos, ¿sabréis decirme quién es?
Somos sesenta mellizos, en torno de nuestra madre, tenemos sesenta hijitos y toditos son iguales.
Tengo agujas y no sé coser, tengo números y no sé leer.
Me hallo en los escritorios y en las casas comerciales, todos me miran quien soy para ver lo que contengo. Mis días están contados y el día que voy a morir ya se sabe de antemano.
Estoy condenado a un año y un día; si esto es cada cuatro, ¿mi nombre, sabrías?
¿Qué cosa no ha sido y tiene que ser, y que cuando sea dejará de ser?
Somos doce hermanos y yo el más chiquito; cada cuatro años me crece el rabito.
Nos llegan muy de mañana y se van mucho después, regresan cada semana y cuatro veces al mes.