De mi ojo cuelga
un hilo largo,
que une las telas
y hace las prendas.
más adivinanzas de costura y plancha...
Y lo es, y lo es y no me lo adivinas en un mes.
Un pie grave, ardiente y plano, va dejando el campo llano y, al pasar, su calentura va dejando en la llanura.
Cuando pasa ¡cómo pisa!, deja rasa la camisa.
Siempre de mí dicen algo, aunque muy humilde soy; no soy señor y me tratan, con la nobleza del don.
Verde fue mi nacimiento y amarillo fue mi abril; tuve que ponerme blanco para poderte servir.
Pequeños, redondos, con agujeritos, valemos muy poco, solos o juntitos, mas de nosotros depende el buen vestir de la gente.
Yo con mi hermana gemela andamos siempre al compás, con la boca por delante y los ojos por detrás.
Cuando me caliento hasta los talones aliso camisas y pantalones.
Dama da, dama deja, y no se queja de lo que deja.
Te la digo, te la digo, te la vuelvo a repetir; te la digo veinte veces y no me la sabes decir.
