De colores verderones,
ojos grandes y saltones,
tenemos las patas de atrás
muy largas para saltar.

Sobre la vaca, la «o», a que no lo aciertas, no.

A la orilla de los ríos, croan sin meterse en líos, saltos dan, mas no son osos sino animales verdosos.

Aunque yo llevo pijama, siempre ando muy despierta, por no servir al león de suculenta merienda.

Mil damas en un camino sin polvo ni remolino.

Donde nadie sube, trepo, donde nadie anda, trisco, muy poco estoy en el valle, pues lo mío son los riscos.

Vuelo de noche, duermo de día y nunca verás plumas en ala mía.

Adivina quien soy yo. Que al ir parece que vengo, y al venir es que me voy.

Me encuentras en la playa a la sombra y al sol, mi nombre tiene cara y también tiene col.

No vuela y tiene un ala, no es camión y hace «cran».

¿Quién allá en lo alto en las ramas mora y allí esconde, avara, todo lo que roba?