Sale de la sala,
entra en la cocina,
meneando la cola
como una gallina.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Cabezón y muy delgado, que se pone siempre negro, después de haber sido frotado.
Hay un hijo que hace nacer a la madre que le dio el ser.
Sin ella en la mano ni entras ni sales, ni vas a la calle.
En un cuarto me arrinconan sin acordarse de mí, pero pronto van a buscarme cuando tienen que subir.
Doy vueltas y no soy tiempo, un secreto sé guardar, si no me cuidan, me pierdo. ¿Con mi nombre sabrás dar?
Aunque no hable, lo cuenta todo por cable.
Sube llena, baja vacía, y si no se da prisa, la sopa se enfría,
Vivo en alta situación y en continuo movimiento, con exactitud presento del aire la dirección.
Durante el verano escondido, en el invierno encendido.
No soy el sol, tampoco el fuego; pero la casa bien que caliento.