Ani lloró todo el día;
perdió lo que más quería
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Me pisas y no me quejo, me cepillas si me mancho, y con mi hermano gemelo bajo tu cama descanso.
Soy de piel o paño gordo y me adhiero a tu cuerpo, para que no pases frío cuando llega el invierno.
Con varillas me sostengo y con la lluvia voy y vengo.
Resuélveme este dilema: «soy una, pero soy media».
De pergaminos, o sedas, o papel hechos estamos; en verano gusto damos; las manos han de estar quedas, si es que nuestro oficio usamos.
Tengo corazón sin ser persona, tengo bata sin ser mujer. y el hombre elegante me lleva delante.
No he de darte más razones, sin mi perderías los pantalones.
Tienen justo cinco dedos como la mano; se rellenan en invierno, se vacían en verano.
¡Escapa, escapa! que esto que te digo, aunque no te obligo, te abriga y te tapa.
Mi padre al cuello la ata y, poco a poco, la aprieta hasta llegar a su meta.