Mi padre al cuello la ata
y, poco a poco, la aprieta
hasta llegar a su meta.
más adivinanzas de ropa y vestuario...
Ani lloró todo el día; perdió lo que más quería
Colgada voy por delante y al hombre hago elegante.
Nuestra dueña nos coloca uno a cada lado, siempre pendientes, siempre colgados.
Con varillas me sostengo y con la lluvia voy y vengo.
Para salir a la esquina ponte pan en el talón y camina.
Aunque las adornamos a ellas cuando no tenemos carreras, la gente tiene manía de no llamarnos enteras.
De pergaminos, o sedas, o papel hechos estamos; en verano gusto damos; las manos han de estar quedas, si es que nuestro oficio usamos.
Redondito, redondón, no tiene tapa ni tapón.
Mi padre al cuello la ata y, poco a poco, la aprieta hasta llegar a su meta.
De día llenos de carne, de noche con la boca al aire.