Aunque músculos no tengo,
los techos yo sostengo.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Que timbre y número tenga y en verdad portal no sea es cierto, y el que desea hablar por él, no lo cuelga.
Aunque tengo cuatro patas, yo nunca puedo correr, tengo la comida encima, y no la puedo comer.
Cuando la entrada yo les prohíbo, son muchos golpes los que recibo.
Los tejados protejo y buenas canales dejo.
Ya ves, ya ves, tan claro que es. No me la adivines de aquí a un mes.
En el campo soy hallada y al fuego alimento. Donde quiera que soy llevada, es para darme tormento.
Sin ella en la mano ni entras ni sales, ni vas a la calle.
Como conoce la clave, gira por su laberinto y deja entrar al recinto.
Me compran para dormir y me encanta sacudir. ¿Qué soy?
¿Quién pensaréis que yo soy, que cuanto más y más lavo, mucho más sucia me voy?