Aunque no hable,
lo cuenta todo por cable.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Puede ser de Persia, puede ser de Ana, por más que se enrolle, se ve en la ventana.
Del techo al suelo, cortada y fina, tela con vuelo.
Cuatro patas tiene y no puede andar también cabecera sin saber hablar.
Adivíname ésa.
Que timbre y número tenga y en verdad portal no sea es cierto, y el que desea hablar por él, no lo cuelga.
En el campo fui nacida, vestida de verdes ramas, y al pueblo me trajeron, para servir a las damas, a mí todo me regalan, caramelos, miel, melada, mas yo todo lo reparto, porque no sé comer nada.
De nada me sirven, estas cuatro patas, que quieta estoy siempre, sobre mí, el durmiente.
Es verdad que tú le miras, es mentira que te ve, sois iguales uno al otro, está claro que eres él.
En lo más alto me ponen para que el viento me dé, soy guía para los hombres y siempre estoy de pié.
Siempre andamos por el suelo de alcobas y de salones y en historias orientales hasta hacemos algún vuelo.
