Como la piedra son duros,
para el perro un buen manjar,
y sin ellos no podrías
ni saltar ni caminar.
más adivinanzas del cuerpo humano...
Tiene grandes pabellones, pero no tiene habitaciones.
Vive en la panza y se enseña en ciertas danzas.
Al revolver una esquina me encontré con un convento, las monjas vestidas de blanco, la superiora en el centro, más arriba dos ventanas, más todavía un par de espejos y en lo más alto la plaza donde pasean los caballeros.
Con ella vives, con ella hablas, con ella rezas y hasta bostezas.
Dicen que son de dos, pero siempre son de una.
Si los abro veo si los cierro sueño.
Son dos cortinas en dos ventanitas que bajando ocultan dos niñas bonitas.
Dos hermanos sonrosados, juntos en silencio están, pero siempre necesitan separarse para hablar.
¿Cuál es la mitad de uno?
Cuando sonríes asoman blancos como el azahar unas cositas que cortan y que pueden masticar.