Como la piedra son duros,
para el perro un buen manjar,
y sin ellos no podrías
ni saltar ni caminar.
más adivinanzas del cuerpo humano...
Tengo un tabique en el medio y dos ventanas a los lados por las que entra el aire puro y sale el ya respirado.
No es reloj, pero hace TIC TAC, no usa pilas pero no para de andar...
Pozo hondo, soga larga, y si no se dobla no alcanza.
¿Cuál es la mitad de uno?
Del nogal vengo, y en el cuello del hombre, me cuelgo.
Cueva con treinta y dos machacantes que dispone de un solo habitante.
¿Qué instrumento se puede escuchar, pero no se puede ver ni tocar?
Hay en la plaza nueva un monte, y en él dos cuevas. Más abajo un pozo hondo que tiene el brocal rojo. Altas ventanas, iguales, y en ellas, dos niñas bellas que, a través de los cristales, todo lo ven y lo observan.
¿Quién seré yo que encerrada soy donde quiera que voy, me encuentro siempre mojada y al cielo pegada estoy.
Al dar la vuelta a la esquina tropecé con un convento, las monjas iban de blanco y el sacristán en el centro.