En dos castañuelas voy encerrado
y al sacarme del mar me pongo colorado
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Soy pequeño y alargado, en dos conchas colocado, como no puedo nadar, me pego a las rocas del mar.
Las hijas de este animal son pequeñas y delgadas, pero por su gran sabor, son muy caras y apreciadas.
Que lo busquen en el mar, porque en la tierra por más que aren, que aren, que en la tierra no lo encuentran.
Lleva años en el mar y aún no sabe nadar.
Soy chiquitito, puedo nadar, vivo en los ríos y en alta mar.
Tengo tinta, tengo plumas y brazos tengo, además, pero no puedo escribir, porque no aprendí jamás.
Ella no tiene pies, y si te descuidas, parece un pez.
Un truquito este pez tiene que no todo el mundo sabe: si a su nombre quitas la «ene», va y se transforma en ave.
En mí se mueren los ríos, y por mí los barcos van, muy breve es el nombre mío, tres letras tiene, no más.
Cinco brazos, no te miento, habita siempre en el mar, aunque la puedes hallar de noche en el firmamento.
