Enfundados siempre van
y hay que tener cuidado
con las patadas que dan.
más adivinanzas del cuerpo humano...
Aunque sepas ésto, mago no serás, si no sabes dónde, lo digerirás.
En la jirafa descuella, bajo la barba del rey, lo tiene cualquier botella, la camisa o el jersey.
Como la piedra son duros, para el perro un buen manjar, y sin ellos no podrías ni saltar ni caminar.
Hay en la plaza nueva un monte, y en él dos cuevas. Más abajo un pozo hondo que tiene el brocal rojo. Altas ventanas, iguales, y en ellas, dos niñas bellas que, a través de los cristales, todo lo ven y lo observan.
Al dar la vuelta a la esquina tropecé con un convento, las monjas iban de blanco y el sacristán en el centro.
¿Qué es rojo por dentro, y amable por fuera?
Cinco hijitos tiene cada una y dan tortazos como ninguna.
Entre dos murallas blancas hay una flor colorada, que con lluvia o con buen tiempo, está siempre bien mojada.
Podrás tocarlos, podrás cortarlos, pero nunca contarlos.
Cuando sonríes asoman blancos como el azahar unas cositas que cortan y que pueden masticar.
