Pequeña como una pera
y alumbra la casa entera.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Soy liso y llano en extremo, y, aunque me falta la voz, digo en su cara a cualquiera la más leve imperfección; contesto al que me pregunta sin lisonja ni aflicción, y si mala cara pone, la misma le pongo yo.
Golpe va, golpe viene y en su puesto se mantiene.
Me compran para dormir y me encanta sacudir. ¿Qué soy?
Muchos golpes recibe cuando a la gente, la entrada prohíbe.
En el campo fui nacida, vestida de verdes ramas, y al pueblo me trajeron, para servir a las damas, a mí todo me regalan, caramelos, miel, melada, mas yo todo lo reparto, porque no sé comer nada.
Ruedo y ruedo, y en los bolsillos me quedo.
Habla y no tiene boca, oye y no tiene oído, es chiquito y hace ruido, muchas veces se equivoca.
En el buen tiempo a nadie marea, en cuanto llueve repiquetea.
Cuatro patas tiene y no puede andar también cabecera sin saber hablar.
Es venta y no se vende, es Ana, pero no es gente.