Poseo dientes y ojos
y para hacerme trabajar
me has de meter en cerrojos.
más adivinanzas de cosas de la casa...
No pienses que es una col, o que baila el chachachá; búscala sobre tu cama, que yo te la he dicho ya.
Tiene un ojo y nada ve, por abrir no es cosa dura, sin embargo por cerrar, sí que cierra y sí que es dura.
Cabezón y muy delgado, que se pone siempre negro, después de haber sido frotado.
Sin ella en la mano ni entras ni sales, ni vas a la calle.
Es tu favorita cuando sientes frío; la encuentras escrita en el verso mío.
Todos me buscan, para descansar, si ya te lo he dicho, no lo pienses más.
Caja llena de soldados, todos largos y delgados, con gorritos colorados.
Aunque no hable, lo cuenta todo por cable.
Soy liso y llano en extremo, y, aunque me falta la voz, digo en su cara a cualquiera la más leve imperfección; contesto al que me pregunta sin lisonja ni aflicción, y si mala cara pone, la misma le pongo yo.
Un barbecho bien labrado, ni entra mula, ni entra arado.
