Poseo dientes y ojos
y para hacerme trabajar
me has de meter en cerrojos.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Aunque yo nunca me mueva por mí suben, por mi bajan; soy de diversas materias y mi utilidad la halagan.
Una señorita de carnes muy blandas, que sin ser enferma siempre está en la cama.
En el campo fui nacida, vestida de verdes ramas, y al pueblo me trajeron, para servir a las damas, a mí todo me regalan, caramelos, miel, melada, mas yo todo lo reparto, porque no sé comer nada.
Un campo bien labrado no gasta reja ni arado.
Tiene agua y no es botijo, está siempre en el jardín. Cada vez que se enrosca, aunque no espanta a una mosca tiene pinta de reptil. ¿Qué será?
¿Que le pones a una caja que la hace más ligera?
Un animalito con cuatro dientes, que nos trae comida muy diligente.
La cara que yo acaricio, dejo de seda al momento, porque ni un pelo se resiste a mi marcha, ¡buen invento!
En el buen tiempo a nadie marea, en cuanto llueve repiquetea.
Aunque no hable, lo cuenta todo por cable.
