Poseo dientes y ojos
y para hacerme trabajar
me has de meter en cerrojos.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Está hecha de metal, de madera o de cristal y golpes siempre recibe cuando la entrada prohíbe.
Quien me mira se refleja así nadie tendrá una queja.
Sin ella en la mano ni entras ni sales, ni vas a la calle.
Soy liso y llano en extremo, y, aunque me falta la voz, digo en su cara a cualquiera la más leve imperfección; contesto al que me pregunta sin lisonja ni aflicción, y si mala cara pone, la misma le pongo yo.
Dicen que tiene y no tiene, mucho pincha, poco retiene.
Es venta y no se vende, es Ana, pero no es gente.
Aunque no hable, lo cuenta todo por cable.
Es un campo colorado con los surcos muy derechos; muy en alto está situado e inclinado de dos lados.
Cuanto más se moja, más te seca. ¿Qué es?
Aunque al dormir me consultan, nunca suelo contestar.
