Pozo hondo,
soga larga,
y si no se dobla
no alcanza.
más adivinanzas del cuerpo humano...
Cuando sonríes asoman blancos como el azahar unas cositas que cortan y que pueden masticar.
Tiene grandes pabellones, pero no tiene habitaciones.
Dos niñas van a la par, y no se pueden mirar.
Podrás tocarlos, podrás cortarlos, pero nunca contarlos.
Dos niñas asomaditas, cada una a su ventana, lo ven y lo cuentan todo, sin decir una palabra.
Vive en la panza y se enseña en ciertas danzas.
Del nogal vengo, y en el cuello del hombre, me cuelgo.
Si los abro veo si los cierro sueño.
Hay en la plaza nueva un monte, y en él dos cuevas. Más abajo un pozo hondo que tiene el brocal rojo. Altas ventanas, iguales, y en ellas, dos niñas bellas que, a través de los cristales, todo lo ven y lo observan.
Si aciertas esta pregunta, te anotarás un buen tanto: ¿qué cosa acabada en punta tienes entre risa y llanto?
