Quién es un viejo ligero,
que es de cuatro movimientos
puestos en doce cimientos,
que, a cualquier pasajero,
da más penas que contentos.
más adivinanzas sobre el tiempo...
Doce señoritas en un mirador, todas tienen medias y zapatos no.
Me hallo en los escritorios y en las casas comerciales, todos me miran quien soy para ver lo que contengo. Mis días están contados y el día que voy a morir ya se sabe de antemano.
Dos hermanas en la plaza, ambas marchan a la par, si una da doce vueltas, la otra una, nada más.
Te indica el día, te indica el mes, te indica el año. Dime ¿qué es?
Todos me esperan pero nunca llego, porque cuando llego yo desaparezco.
Juntos dos en un borrico, ambos andan a la par, doce leguas anda uno y una el otro nada más.
De aquí al domingo seis pasos, seis cielos que veo pasar, seis mañanas, seis ocasos ¿Cómo me debo llamar?
Quién es un viejo ligero, que es de cuatro movimientos puestos en doce cimientos, que, a cualquier pasajero, da más penas que contentos.
Cuando apenas he nacido, mi vida se acaba al punto; aunque no soy el primero, lo sigo por todo el mundo.
Como te cases o te embarques en este día fatal, todo te saldrá mal.
