¿Quién pensaréis que yo soy,
que cuanto más y más lavo,
mucho más sucia me voy?
más adivinanzas de cosas de la casa...
Una señorita de carnes muy blandas, que sin ser enferma siempre está en la cama.
Doy vueltas y no soy tiempo, un secreto sé guardar, si no me cuidan, me pierdo. ¿Con mi nombre sabrás dar?
En invierno se usa porque da calor en verano estorba y se echa al rincón.
Ya ves, ya ves, tan claro que es. No me la adivines de aquí a un mes.
¿Quién pensaréis que yo soy, que cuanto más y más lavo, mucho más sucia me voy?
Cuando te veo me ves, cuando me ves te veo, y no te parezco feo.
Muchos golpes recibe cuando a la gente, la entrada prohíbe.
Dicen que quien lo tiene es muy gracioso, se sacude en la mesa contra lo soso.
¿Quién será la desvelada, lo puedes tú discurrir? día y noche está acostada y no se puede dormir.
Soy liso y llano en extremo, y, aunque me falta la voz, digo en su cara a cualquiera la más leve imperfección; contesto al que me pregunta sin lisonja ni aflicción, y si mala cara pone, la misma le pongo yo.
