Sale de la sala,
entra en la cocina,
meneando la cola
como una gallina.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Sin ella en la mano ni entras ni sales, ni vas a la calle.
Cabecita fría la noche haces día cuando te restriego, cabeza de fuego.
Quien me mira se refleja así nadie tendrá una queja.
Vivo en alta situación y en continuo movimiento, con exactitud presento del aire la dirección.
Es tu favorita cuando sientes frío; la encuentras escrita en el verso mío.
Aunque tengo cuatro patas, yo nunca puedo correr, tengo la comida encima, y no la puedo comer.
Llevo secretos a voces, corriendo por esos mundos y sin que nadie los oiga los doy en unos segundos.
Durante el verano escondido, en el invierno encendido.
Es verdad que tú le miras, es mentira que te ve, sois iguales uno al otro, está claro que eres él.
Un campo bien labrado no gasta reja ni arado.