Siempre andamos por el suelo
de alcobas y de salones
y en historias orientales
hasta hacemos algún vuelo.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Poseo dientes y ojos y para hacerme trabajar me has de meter en cerrojos.
En el campo fui nacida, vestida de verdes ramas, y al pueblo me trajeron, para servir a las damas, a mí todo me regalan, caramelos, miel, melada, mas yo todo lo reparto, porque no sé comer nada.
Durante el verano escondido, en el invierno encendido.
Como conoce la clave, gira por su laberinto y deja entrar al recinto.
No soy el sol, tampoco el fuego; pero la casa bien que caliento.
Está hecha de metal, de madera o de cristal y golpes siempre recibe cuando la entrada prohíbe.
Cuando te veo me ves, cuando me ves te veo, y no te parezco feo.
Habla y no tiene boca, oye y no tiene oído, es chiquito y hace ruido, muchas veces se equivoca.
Del techo al suelo, cortada y fina, tela con vuelo.
Aunque tengo cuatro patas, yo nunca puedo correr, tengo la comida encima, y no la puedo comer.