Siempre andamos por el suelo
de alcobas y de salones
y en historias orientales
hasta hacemos algún vuelo.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Aunque músculos no tengo, los techos yo sostengo.
Soy de cabeza redonda y me sostengo en un solo pie. Soy de tal fortaleza que a Dios hombre sujeté.
Una señorita de carnes muy blandas, que sin ser enferma siempre está en la cama.
Es un campo colorado con los surcos muy derechos; muy en alto está situado e inclinado de dos lados.
Muchos golpes recibe cuando a la gente, la entrada prohíbe.
Cuatro patas tiene y no puede andar también cabecera sin saber hablar.
Golpe va, golpe viene y en su puesto se mantiene.
Estoy dentro de él y no puedo entrar en él.
Lámina que no se ve y nos protege del viento. Aunque la atraviesa el sol, se empaña con el aliento.
Muy bonito por delante y muy feo por detrás; me transformo a cada instante, pues imito a los demás.
