Son nuestras blancas flores
a veces tan tempranas,
que la nieve, envidiosa,
viene a ver si nos gana
más adivinanzas de arboles y plantas...
Siempre mirando al sol y no soy un caracol. Giro y giro sin fin y no soy un bailarín.
¿Qué es, qué no es? Está en el jardín, también en tus pies.
Soy una hierba trepadora y altanera que cubro más una pared que una pradera
Entre col y col lechuga, entre lechuga, una flor, que al sol siempre está mirando, dorándose a su calor.
Hay quien bebe por la boca, que es la forma de beber, pero sé de alguien que bebe solamente por los pies.
Aunque es madre nunca ha parido, aunque es selva nunca dio abrigo; nace y no sabe andar pero enseguida se pone a trepar.
Alta como un pino, verde como un lino, con las hojas anchas y el fruto amarillo.
En la tierra te sembraron, las aves te desearon, cuando estuviste dorado los hombres te segaron.
Antes éramos lozanas, en el estío, verdillas, ahora el viento nos lleva de un lado a otro, amarillas.
Dime tú que cosa maja. Cuanto más crece más baja.
