Tiene un ojo y nada ve,
por abrir no es cosa dura,
sin embargo por cerrar,
sí que cierra y sí que es dura.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Una señorita de carnes muy blandas, que sin ser enferma siempre está en la cama.
¿Quién será la desvelada, lo puedes tú discurrir? día y noche está acostada y no se puede dormir.
Es verdad que tú le miras, es mentira que te ve, sois iguales uno al otro, está claro que eres él.
Ya ves, ya ves, tan claro que es. No me la adivines de aquí a un mes.
En lo más alto me ponen para que el aire me dé. El aire me zarandea, Y siempre lo miro a él.
Aunque yo nunca me mueva por mí suben, por mi bajan; soy de diversas materias y mi utilidad la halagan.
Siempre andamos por el suelo de alcobas y de salones y en historias orientales hasta hacemos algún vuelo.
La cara que yo acaricio, dejo de seda al momento, porque ni un pelo se resiste a mi marcha, ¡buen invento!
Durante el verano escondido, en el invierno encendido.
Aunque de comida voy cargado, la gente me vacía, y nunca soy tragado.
