¿Quién pensaréis que yo soy,
que cuanto más y más lavo,
mucho más sucia me voy?
más adivinanzas de cosas de la casa...
Es una caja habladora, que vive en todas las casas, y se calla a muy alta hora.
Si me mojas hago espuma, con ojitos de cristal, y tu cuerpo se perfuma, mientras llega mi final.
Doy vueltas y no soy tiempo, un secreto sé guardar, si no me cuidan, me pierdo. ¿Con mi nombre sabrás dar?
Golpe va, golpe viene y en su puesto se mantiene.
Cuando te veo me ves, cuando me ves te veo, y no te parezco feo.
Cabecita fría la noche haces día cuando te restriego, cabeza de fuego.
Ya ves, ya ves, tan claro que es. No me la adivines de aquí a un mes.
Que timbre y número tenga y en verdad portal no sea es cierto, y el que desea hablar por él, no lo cuelga.
Sale de la sala, entra en la cocina, meneando la cola como una gallina.
No pienses que es una col, o que baila el chachachá; búscala sobre tu cama, que yo te la he dicho ya.
