¿Quién pensaréis que yo soy,
que cuanto más y más lavo,
mucho más sucia me voy?
más adivinanzas de cosas de la casa...
Cuando te veo me ves, cuando me ves te veo, y no te parezco feo.
Tengo dientes y no muerdo, desenredo con cuidado, caminos abro en tu pelo, ya sea liso o rizado.
En el buen tiempo a nadie marea, en cuanto llueve repiquetea.
Soy liso y llano en extremo, y, aunque me falta la voz, digo en su cara a cualquiera la más leve imperfección; contesto al que me pregunta sin lisonja ni aflicción, y si mala cara pone, la misma le pongo yo.
Ruedo y ruedo, y en los bolsillos me quedo.
Cuatro patas tiene, así como asiento; de ella me levanto y en ella me siento.
Los tejados protejo y buenas canales dejo.
Cabezón y muy delgado, que se pone siempre negro, después de haber sido frotado.
Un campo bien labrado no gasta reja ni arado.
Pino sobre pino, sobre pino, lino, sobre lino, flores y alrededor amores.
