¿Quién pensaréis que yo soy,
que cuanto más y más lavo,
mucho más sucia me voy?
más adivinanzas de cosas de la casa...
Sube llena, baja vacía, y si no se da prisa, la sopa se enfría,
No soy el sol, tampoco el fuego; pero la casa bien que caliento.
Con mi cara tan cuadrada, lisa o con dibujitos, resignada y por los suelos, me repito, me repito...
En lo más alto me ponen para que el aire me dé. El aire me zarandea, Y siempre lo miro a él.
De nada me sirven, estas cuatro patas, que quieta estoy siempre, sobre mí, el durmiente.
Tiene agua y no es botijo, está siempre en el jardín. Cada vez que se enrosca, aunque no espanta a una mosca tiene pinta de reptil. ¿Qué será?
Tengo patas bien derechas, mas no me puedo mover, llevo a cuestas la comida y no la puedo comer.
Vivo en alta situación y en continuo movimiento, con exactitud presento del aire la dirección.
¿Que le pones a una caja que la hace más ligera?
Del techo al suelo, cortada y fina, tela con vuelo.
