¿Quién pensaréis que yo soy,
que cuanto más y más lavo,
mucho más sucia me voy?
más adivinanzas de cosas de la casa...
Ruedo y ruedo, y en los bolsillos me quedo.
En la mesa me ponen y sobre mí todos comen.
Sale de la sala, entra en la cocina, meneando la cola como una gallina.
Pequeña como una pera y alumbra la casa entera.
Si me mojas hago espuma, con ojitos de cristal, y tu cuerpo se perfuma, mientras llega mi final.
La cara que yo acaricio, dejo de seda al momento, porque ni un pelo se resiste a mi marcha, ¡buen invento!
Golpe va, golpe viene y en su puesto se mantiene.
Estoy dentro de él y no puedo entrar en él.
En un cuarto me arrinconan sin acordarse de mí, pero pronto van a buscarme cuando tienen que subir.
Te lo digo y no me entiendes, no tengo boca y si tengo dientes
