En verano barbudo
y en invierno desnudo,
¡esto es muy duro!
más adivinanzas de la naturaleza...
Muchas monjitas en un convento, visitan las flores y hacen dulces dentro.
Llevo, sin ser arlequín, de colores mi librea, yo salgo de tarde en tarde y espero siempre a que llueva.
Vuela en el aire, pace en la tierra, se posa en los árboles, anda en la mano, se deshace en el horno y se ahoga en el agua.
Él es tío sin sobrinos, a todos calienta igual. Si no sabes de quién hablo, tras la primavera vendrá.
Nazco en lugares abruptos sin haber tenido padre y conforme voy muriendo va naciendo mi madre.
Un convento bien cerrado, sin campanas y sin torres y muchas monjitas dentro, preparan dulces de flores.
Lomos y cabeza tengo y aunque vestida no estoy, muy largas faldas mantengo.
Son mis colores tan brillantes que el cielo alegro en un instante.
Tengo lecho y no me acuesto tengo curso sin ser maestro.
Cuatro puntos son y para distinguirlos necesitamos del sol.