Un barbecho
bien labrado,
ni entra mula,
ni entra arado.
más adivinanzas de cosas de la casa...
La cara que yo acaricio, dejo de seda al momento, porque ni un pelo se resiste a mi marcha, ¡buen invento!
Soy liso y llano en extremo, y, aunque me falta la voz, digo en su cara a cualquiera la más leve imperfección; contesto al que me pregunta sin lisonja ni aflicción, y si mala cara pone, la misma le pongo yo.
En invierno se usa porque da calor en verano estorba y se echa al rincón.
Llevo secretos a voces, corriendo por esos mundos y sin que nadie los oiga los doy en unos segundos.
Al nacer fui maltratada, mi dueño me tiene amor, y aunque soy mujer honrada, me suele tener atada y con guardas mi señor.
Pino sobre pino, sobre pino, lino, sobre lino, flores y alrededor amores.
Cuando te veo me ves, cuando me ves te veo, y no te parezco feo.
De nada me sirven, estas cuatro patas, que quieta estoy siempre, sobre mí, el durmiente.
Cuatro patas tiene y no puede andar también cabecera sin saber hablar.
En un cuarto me arrinconan sin acordarse de mí, pero pronto van a buscarme cuando tienen que subir.
