En lo más alto me ponen
para que el aire me dé.
El aire me zarandea,
Y siempre lo miro a él.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Cabecita fría la noche haces día cuando te restriego, cabeza de fuego.
En la mesa me ponen y sobre mí todos comen.
Siempre andamos por el suelo de alcobas y de salones y en historias orientales hasta hacemos algún vuelo.
Golpe va, golpe viene y en su puesto se mantiene.
Muy bonito por delante y muy feo por detrás; me transformo a cada instante, pues imito a los demás.
Tiene agua y no es botijo, está siempre en el jardín. Cada vez que se enrosca, aunque no espanta a una mosca tiene pinta de reptil. ¿Qué será?
Un animalito con cuatro dientes, que nos trae comida muy diligente.
Lo usa el tendero para comer, lo lleva entero si sabes leer.
No pienses que es una col, o que baila el chachachá; búscala sobre tu cama, que yo te la he dicho ya.
Con patas y espalda, no se mueve ni anda.