Con patas y espalda,
no se mueve ni anda.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Sube llena, baja vacía, y si no se da prisa, la sopa se enfría,
Como conoce la clave, gira por su laberinto y deja entrar al recinto.
Con patas y espalda, no se mueve ni anda.
Caja llena de soldados, todos largos y delgados, con gorritos colorados.
En lo más alto me ponen para que el aire me dé. El aire me zarandea, Y siempre lo miro a él.
Puede ser de Persia, puede ser de Ana, por más que se enrolle, se ve en la ventana.
Soy liso y llano en extremo, y, aunque me falta la voz, digo en su cara a cualquiera la más leve imperfección; contesto al que me pregunta sin lisonja ni aflicción, y si mala cara pone, la misma le pongo yo.
Tengo patas bien derechas, mas no me puedo mover, llevo a cuestas la comida y no la puedo comer.
Yo tengo calor y frío, y no frío sin calor, y sin ser ni mar ni río, peces en mí he visto yo.
Ni corre, ni vuela, pero siempre te precede, cuando vas o cuando llegas.