Con patas y espalda,
no se mueve ni anda.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Es una caja habladora, que vive en todas las casas, y se calla a muy alta hora.
Pequeña como una pera y alumbra la casa entera.
Dicen que tiene y no tiene, mucho pincha, poco retiene.
Llevo secretos a voces, corriendo por esos mundos y sin que nadie los oiga los doy en unos segundos.
Ni corre, ni vuela, pero siempre te precede, cuando vas o cuando llegas.
Soy liso y llano en extremo, y, aunque me falta la voz, digo en su cara a cualquiera la más leve imperfección; contesto al que me pregunta sin lisonja ni aflicción, y si mala cara pone, la misma le pongo yo.
Tiene agua y no es botijo, está siempre en el jardín. Cada vez que se enrosca, aunque no espanta a una mosca tiene pinta de reptil. ¿Qué será?
Con mi cara tan cuadrada, lisa o con dibujitos, resignada y por los suelos, me repito, me repito...
Es un campo colorado con los surcos muy derechos; muy en alto está situado e inclinado de dos lados.
Cabecita fría la noche haces día cuando te restriego, cabeza de fuego.
