En el campo soy hallada
y al fuego alimento.
Donde quiera que soy llevada,
es para darme tormento.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Sin ella en la mano ni entras ni sales, ni vas a la calle.
Sube llena, baja vacía, y si no se da prisa, la sopa se enfría,
Tiene luna, no es planeta; tiene marco y no es puerta.
Aunque músculos no tengo, los techos yo sostengo.
Con patas y espalda, no se mueve ni anda.
Pequeña como una pera y alumbra la casa entera.
Tiene un ojo y nada ve, por abrir no es cosa dura, sin embargo por cerrar, sí que cierra y sí que es dura.
Con mi cara tan cuadrada, lisa o con dibujitos, resignada y por los suelos, me repito, me repito...
Durante el verano escondido, en el invierno encendido.
Doy vueltas y no soy tiempo, un secreto sé guardar, si no me cuidan, me pierdo. ¿Con mi nombre sabrás dar?