Ahí vienen dos:
uno se moja
y el otro no.
más adivinanzas de ropa y vestuario...
Dos hermanitos muy igualitos, en llegando a viejecitos abren los ojitos.
Tienen justo cinco dedos como la mano; se rellenan en invierno, se vacían en verano.
Chiquito, redondo, barrilito sin fondo.
No he de darte más razones, sin mi perderías los pantalones.
Puedes llevarlo en el pelo y, a veces, en los zapatos, se coloca en la cintura y en el rabo de los gatos.
Una piel que es otra piel, una mano que no es mano y el frío se aguanta bien.
Mi ser por un punto empieza, por un punto ha de acabar, el que mi nombre acierte sólo dirá la mitad.
No me utilizan los patos más me llevan de apellido, con «Z» empieza mi nombre, ¡y ya el resto es pan comido!
Guardado en invierno, lo luzco en verano, es mi único traje en sitios de baño.
Rodeo cuellos y cuellos, tanto de ellas como de ellos.
