Al dar la vuelta a la esquina
tropecé con un convento,
las monjas iban de blanco
y el sacristán en el centro.
más adivinanzas del cuerpo humano...
Pozo hondo, soga larga, y si no se dobla no alcanza.
¿Qué es rojo por dentro, y amable por fuera?
Una señora, muy enseñoreada, siempre va en coche y siempre va mojada.
Ordenes da, órdenes recibe, algunas autoriza, otras prohíbe.
Tiene grandes pabellones, pero no tiene habitaciones.
Al revolver una esquina me encontré con un convento, las monjas vestidas de blanco, la superiora en el centro, más arriba dos ventanas, más todavía un par de espejos y en lo más alto la plaza donde pasean los caballeros.
Si aciertas esta pregunta, te anotarás un buen tanto: ¿qué cosa acabada en punta tienes entre risa y llanto?
Una capilla llena de gente y un capellán en medio que predica siempre
Cueva con treinta y dos machacantes que dispone de un solo habitante.
Vive en la panza y se enseña en ciertas danzas.
