Al dar la vuelta a la esquina
tropecé con un convento,
las monjas iban de blanco
y el sacristán en el centro.
más adivinanzas del cuerpo humano...
Aunque sepas ésto, mago no serás, si no sabes dónde, lo digerirás.
Del nogal vengo, y en el cuello del hombre, me cuelgo.
Enfundados siempre van y hay que tener cuidado con las patadas que dan.
¿Qué instrumento se puede escuchar, pero no se puede ver ni tocar?
Con ella vives, con ella hablas, con ella rezas y hasta bostezas.
Dos niñas van a la par, y no se pueden mirar.
Porque no se caiga pagan, pero, si se cae, nadie se agacha a recogerlo.
Podrás tocarlos, podrás cortarlos, pero nunca contarlos.
Formamos, como soldados, en una fila y somos carniceros toda la vida
¿Qué es rojo por dentro, y amable por fuera?
