Amarillo por fuera
amarillo por dentro
y con un corazón en el centro.

Agua pasa por mi casa, cate por mi corazón. El que no lo adivinara, será un burro cabezón.

Agrio es su sabor, bastante dura su piel y si lo quieres tomar tendrás que estrujarlo bien.

Del nogal vengo, y en el cuello del hombre me cuelgo.

No soy de oro, plata no soy; ya te he dicho quién soy.

Ave soy, pero no vuelo; mi nombre es cosa muy llana: soy una simple serrana, hija de un hijo del suelo.

Si la dejamos se pasa; si la vendemos se pesa; si se hace vino se pisa; si la dejamos se posa.

Arca, monarca, llena de placer; ningún carpintero te ha sabido hacer.

Ni espero que me lo aciertes, ni espero que me bendigas, y, con un poco de suerte, espero que me lo digas.

Ave me llaman a veces y es llana mi condición.

¿Qué le dijo una cereza a otra cereza?