Atrás panza
y delante espinazo,
aciértamelo
pedazo de ganso.
más adivinanzas del cuerpo humano...
Parecen persianas, que suben y bajan.
Como la piedra son duros, para el perro un buen manjar, y sin ellos no podrías ni saltar ni caminar.
Uno larguito, dos más bajitos, otro chico y flaco, y otro gordazo.
Dicen que son de dos, pero siempre son de una.
Dos estrellas se han perdido, en el cielo no aparecen, en tu casa se han metido y en tu cara resplandecen. ¿Qué son?
¿Qué planta será la que en el hombre está?
Dos niñas asomaditas, cada una a su ventana, lo ven y lo cuentan todo, sin decir una palabra.
Cueva con treinta y dos machacantes que dispone de un solo habitante.
Vive en la panza y se enseña en ciertas danzas.
Porque no se caiga pagan, pero, si se cae, nadie se agacha a recogerlo.
