Unas son redondas,
otras ovaladas,
unas piensan mucho,
otras casi nada.
más adivinanzas del cuerpo humano...
Formamos, como soldados, en una fila y somos carniceros toda la vida
Uno larguito, dos más bajitos, otro chico y flaco, y otro gordazo.
Podrás tocarlos, podrás cortarlos, pero nunca contarlos.
Como la piedra son duros, para el perro un buen manjar, y sin ellos no podrías ni saltar ni caminar.
Adivina, adivinanza, tiene un solo ojo y una cara ancha.
Dos hermanos sonrosados, juntos en silencio están, pero siempre necesitan separarse para hablar.
Tiene grandes pabellones, pero no tiene habitaciones.
Al dar la vuelta a la esquina tropecé con un convento, las monjas iban de blanco y el sacristán en el centro.
Entre dos murallas blancas hay una flor colorada, que con lluvia o con buen tiempo, está siempre bien mojada.
En un huerto no muy llano hay dos cristalinas fuentes, no está a gusto el hortelano, cuando crecen las corrientes.