Aunque soy iluminada
siempre me tienen colgada.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Sin ella en la mano ni entras ni sales, ni vas a la calle.
De mi madre nací yo, sin fundamento de padre, y luego me he muerto yo y de mi nació mi madre.
Al nacer fui maltratada, mi dueño me tiene amor, y aunque soy mujer honrada, me suele tener atada y con guardas mi señor.
Yo tengo calor y frío, y no frío sin calor, y sin ser ni mar ni río, peces en mí he visto yo.
Cuatro patas tiene, así como asiento; de ella me levanto y en ella me siento.
Una señorita de carnes muy blandas, que sin ser enferma siempre está en la cama.
Lámina que no se ve y nos protege del viento. Aunque la atraviesa el sol, se empaña con el aliento.
Soy liso y llano en extremo, y, aunque me falta la voz, digo en su cara a cualquiera la más leve imperfección; contesto al que me pregunta sin lisonja ni aflicción, y si mala cara pone, la misma le pongo yo.
Aunque al dormir me consultan, nunca suelo contestar.
Con mi cara tan cuadrada, lisa o con dibujitos, resignada y por los suelos, me repito, me repito...