Con dos patas encorvadas
y dos amplios ventanales
quitan sol o dan visión
según sean sus cristales.
más adivinanzas de ropa y vestuario...
El pie tapo al instante igual que si fuera un guante.
Guardado en invierno, lo luzco en verano, es mi único traje en sitios de baño.
Tengo corazón sin ser persona, tengo bata sin ser mujer. y el hombre elegante me lleva delante.
Mi padre al cuello la ata y, poco a poco, la aprieta hasta llegar a su meta.
No he de darte más razones, sin mi perderías los pantalones.
Dos guaridas cálidas con sus escondrijos, para dos hermanas y sus quintillizos.
De pergaminos, o sedas, o papel hechos estamos; en verano gusto damos; las manos han de estar quedas, si es que nuestro oficio usamos.
Colgada voy por delante y al hombre hago elegante.
No me utilizan los patos más me llevan de apellido, con «Z» empieza mi nombre, ¡y ya el resto es pan comido!
Redondo, redondo, sin tapa, sin fondo.
