De día llenos de carne,
de noche con la boca al aire.
más adivinanzas de ropa y vestuario...
De pergaminos, o sedas, o papel hechos estamos; en verano gusto damos; las manos han de estar quedas, si es que nuestro oficio usamos.
Tengo corazón sin ser persona, tengo bata sin ser mujer. y el hombre elegante me lleva delante.
Mi padre al cuello la ata y, poco a poco, la aprieta hasta llegar a su meta.
Dos buenas piernas tenemos y no podemos andar, pero el hombre sin nosotros no se puede presentar.
Una copa redonda y negra, boca arriba está vacía, boca abajo está llena.
Redondo, redondo, sin tapa, sin fondo.
Colgada voy por delante y al hombre hago elegante.
Rodeo cuellos y cuellos, tanto de ellas como de ellos.
Mi ser por un punto empieza, por un punto ha de acabar, el que mi nombre acierte sólo dirá la mitad.
Me pones y me quitas, me tomas y me dejas, conmigo no tiritas y estoy hecho de madejas.