Santa con nombre de flor,
y, a pesar de este retrato,
me confunden con zapato.
más adivinanzas de ropa y vestuario...
Rodeo cuellos y cuellos, tanto de ellas como de ellos.
Una copa redonda y negra, boca arriba está vacía, boca abajo está llena.
Ahí vienen dos: uno se moja y el otro no.
Dos guaridas cálidas con sus escondrijos, para dos hermanas y sus quintillizos.
Soy de piel o paño gordo y me adhiero a tu cuerpo, para que no pases frío cuando llega el invierno.
Se pone para dormir, aunque no es un camisón, puede ser de lana, seda o algodón.
El pie tapo al instante igual que si fuera un guante.
¡Escapa, escapa! que esto que te digo, aunque no te obligo, te abriga y te tapa.
En tus manos estoy limpio, en tus ventanas me ensucio, si sucio, me ponen limpio, si limpio, me ponen sucio.
Pisados, siempre en el suelo, recibiendo malos tratos, y sin señales de duelo.