De pergaminos, o sedas,
o papel hechos estamos;
en verano gusto damos;
las manos han de estar quedas,
si es que nuestro oficio usamos.
más adivinanzas de ropa y vestuario...
De día llenos de carne, de noche con la boca al aire.
Redondo, redondo, sin tapa, sin fondo.
Ahí vienen dos: uno se moja y el otro no.
Aunque las adornamos a ellas cuando no tenemos carreras, la gente tiene manía de no llamarnos enteras.
Por la noche me lo pongo, por el día me lo quito y en la siesta lo uso un poquito.
Aunque la quite del agua, sigue en agua.
Santa con nombre de flor, y, a pesar de este retrato, me confunden con zapato.
Se pone para dormir, aunque no es un camisón, puede ser de lana, seda o algodón.
No he de darte más razones, sin mi perderías los pantalones.
Destacan en las orejas creyéndose independientes, van casi siempre en parejas.