Se pone para dormir,
aunque no es un camisón,
puede ser de lana, seda o algodón.
más adivinanzas de ropa y vestuario...
Colgada voy por delante y al hombre hago elegante.
Santa con nombre de flor, y, a pesar de este retrato, me confunden con zapato.
No me utilizan los patos más me llevan de apellido, con «Z» empieza mi nombre, ¡y ya el resto es pan comido!
Una piel que es otra piel, una mano que no es mano y el frío se aguanta bien.
Puedes llevarlo en el pelo y, a veces, en los zapatos, se coloca en la cintura y en el rabo de los gatos.
De pergaminos, o sedas, o papel hechos estamos; en verano gusto damos; las manos han de estar quedas, si es que nuestro oficio usamos.
Me pones y me quitas, me tomas y me dejas, conmigo no tiritas y estoy hecho de madejas.
En las manos de las damas casi siempre estoy metido, unas veces desplegado otras veces recogido.
De día llenos de carne, de noche con la boca al aire.
Ahí vienen dos: uno se moja y el otro no.