De bello he de presumir:
soy blanco como la cal,
todos me saben abrir,
nadie me sabe cerrar.
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Para mí el dulce sabor de la cosa que te digo. Para ti también será si aciertas este acertijo.
Una cajita chiquita, blanca como la cal: todos la saben abrir, nadie la sabe cerrar.
La mujer del quesero, ¿qué será?
Blanca soy y, como dice mi vecina, útil siempre soy en la cocina.
Es mi madre tartamuda, y mi padre «cantaor», tengo blanco mi vestido, amarillo el corazón.
Yo soy el más completo, de todos los alimentos, blanco el color tengo y no soy un invento.
Y la casa del quesero, ¿qué sería?
Del nogal vengo, y en el cuello del hombre, me cuelgo.
Negra por dentro, negra por fuera, es mi corazón negra madera.
Somos blancos, larguiruchos, nos fríen en las verbenas, y dorados, calentitos, nos comen nenes y nenas.
