De bello he de presumir:
soy blanco como la cal,
todos me saben abrir,
nadie me sabe cerrar.
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Te lo digo y te repito, y te lo debo avisar, que por más que te lo diga, no lo vas a adivinar.
De claro como el agua al rojo oscuro, salud y alegres fiestas os procuro.
De bello he de presumir: soy blanco como la cal, todos me saben abrir, nadie me sabe cerrar.
Negra por dentro, negra por fuera, es mi corazón negra madera.
Yo soy el diminutivo de una fruta muy hermosa, tengo virtud provechosa, en el campo siempre vivo y mi cabeza es vistosa.
Te digo y te repito que si no lo adivinas no vales un pito.
Es mi madre tartamuda, y mi padre «cantaor», tengo blanco mi vestido, amarillo el corazón.
Era un sol en miniatura y en el árbol la encontré. Cuando sin piel la dejé, me fascinó su frescura. ¿Qué es?
La mujer del quesero, ¿qué será?
Blanca soy y, como dice mi vecina, útil siempre soy en la cocina.
