De día llenos de carne,
de noche con la boca al aire.
más adivinanzas de ropa y vestuario...
Dos buenas piernas tenemos y no podemos andar, pero el hombre sin nosotros no se puede presentar.
Aunque la quite del agua, sigue en agua.
Mi padre al cuello la ata y, poco a poco, la aprieta hasta llegar a su meta.
Rodeo cuellos y cuellos, tanto de ellas como de ellos.
Tamaño de una cazuela, tiene alas y no vuela.
De pergaminos, o sedas, o papel hechos estamos; en verano gusto damos; las manos han de estar quedas, si es que nuestro oficio usamos.
Me pones y me quitas, me tomas y me dejas, conmigo no tiritas y estoy hecho de madejas.
Aunque las adornamos a ellas cuando no tenemos carreras, la gente tiene manía de no llamarnos enteras.
En las manos de las damas casi siempre estoy metido, unas veces desplegado otras veces recogido.
Dos guaridas cálidas con sus escondrijos, para dos hermanas y sus quintillizos.
