De día llenos de carne,
de noche con la boca al aire.
más adivinanzas de ropa y vestuario...
Rodeo cuellos y cuellos, tanto de ellas como de ellos.
Ahí vienen dos: uno se moja y el otro no.
Resuélveme este dilema: «soy una, pero soy media».
En tus manos estoy limpio, en tus ventanas me ensucio, si sucio, me ponen limpio, si limpio, me ponen sucio.
Soy de piel o paño gordo y me adhiero a tu cuerpo, para que no pases frío cuando llega el invierno.
Aunque las adornamos a ellas cuando no tenemos carreras, la gente tiene manía de no llamarnos enteras.
Dos hermanitos muy igualitos, en llegando a viejecitos abren los ojitos.
Tengo copa y no soy árbol, tengo alas y no soy pájaro; protejo del sol a mi amo, en invierno y en verano.
Una copa redonda y negra, boca arriba está vacía, boca abajo está llena.
No me utilizan los patos más me llevan de apellido, con «Z» empieza mi nombre, ¡y ya el resto es pan comido!
