Dicen que son de dos,
pero siempre son de una.
más adivinanzas del cuerpo humano...
Guardada en estrecha cárcel por soldados de marfil, está una roja culebra, que es la madre del mentir.
Tengo un tabique en el medio y dos ventanas a los lados por las que entra el aire puro y sale el ya respirado.
Como la piedra son duros, para el perro un buen manjar, y sin ellos no podrías ni saltar ni caminar.
Dos niños en un andén, por más que se acerquen, no se ven. ¿Qué es?.
Al dar la vuelta a la esquina tropecé con un convento, las monjas iban de blanco y el sacristán en el centro.
Dos niñas asomaditas, cada una a su ventana, lo ven y lo cuentan todo, sin decir una palabra.
Atrás panza y delante espinazo, aciértamelo pedazo de ganso.
¿Cuál es la mitad de uno?
Laterales parapetos, que van siempre por parejas, les encantan los secretos.
Pozo hondo, soga larga, y si no se dobla no alcanza.
