Dicen que son de dos,
pero siempre son de una.
más adivinanzas del cuerpo humano...
Hay en la plaza nueva un monte, y en él dos cuevas. Más abajo un pozo hondo que tiene el brocal rojo. Altas ventanas, iguales, y en ellas, dos niñas bellas que, a través de los cristales, todo lo ven y lo observan.
Cueva con treinta y dos machacantes que dispone de un solo habitante.
¿Quién seré yo que encerrada soy donde quiera que voy, me encuentro siempre mojada y al cielo pegada estoy.
Uno se cree superior, el otro inferior se siente, sin decirse nunca nada, mucho se quieren, tanto que, siempre se están besando.
Enfundados siempre van y hay que tener cuidado con las patadas que dan.
Al dar la vuelta a la esquina tropecé con un convento, las monjas iban de blanco y el sacristán en el centro.
En un huerto no muy llano hay dos cristalinas fuentes, no está a gusto el hortelano, cuando crecen las corrientes.
Cinco hijitos tiene cada una y dan tortazos como ninguna.
¿Cuál es la planta más olorosa?
Una capilla llena de gente y un capellán en medio que predica siempre
