Dos estrellas se han perdido,
en el cielo no aparecen,
en tu casa se han metido
y en tu cara resplandecen.
¿Qué son?
más adivinanzas del cuerpo humano...
Son dos cortinas en dos ventanitas que bajando ocultan dos niñas bonitas.
Dos niñas van a la par, y no se pueden mirar.
Una señora, muy enseñoreada, siempre va en coche y siempre va mojada.
Enfundados siempre van y hay que tener cuidado con las patadas que dan.
¿Quién seré yo que encerrada soy donde quiera que voy, me encuentro siempre mojada y al cielo pegada estoy.
Del nogal vengo, y en el cuello del hombre, me cuelgo.
¿Qué es rojo por dentro, y amable por fuera?
Unas son redondas, otras ovaladas, unas piensan mucho, otras casi nada.
Guardada en estrecha cárcel por soldados de marfil, está una roja culebra, que es la madre del mentir.
Al revolver una esquina me encontré con un convento, las monjas vestidas de blanco, la superiora en el centro, más arriba dos ventanas, más todavía un par de espejos y en lo más alto la plaza donde pasean los caballeros.
