Doy vueltas y no soy tiempo,
un secreto sé guardar,
si no me cuidan, me pierdo.
¿Con mi nombre sabrás dar?
más adivinanzas de cosas de la casa...
¿Que le pones a una caja que la hace más ligera?
Puede ser de Persia, puede ser de Ana, por más que se enrolle, se ve en la ventana.
Como conoce la clave, gira por su laberinto y deja entrar al recinto.
No soy el sol, tampoco el fuego; pero la casa bien que caliento.
Dicen que quien lo tiene es muy gracioso, se sacude en la mesa contra lo soso.
Tengo dientes y no muerdo, desenredo con cuidado, caminos abro en tu pelo, ya sea liso o rizado.
Dicen que tiene y no tiene, mucho pincha, poco retiene.
En lo más alto me ponen para que el viento me dé, soy guía para los hombres y siempre estoy de pié.
Tiene un ojo y nada ve, por abrir no es cosa dura, sin embargo por cerrar, sí que cierra y sí que es dura.
Es una caja habladora, que vive en todas las casas, y se calla a muy alta hora.
