Doy vueltas y no soy tiempo,
un secreto sé guardar,
si no me cuidan, me pierdo.
¿Con mi nombre sabrás dar?
más adivinanzas de cosas de la casa...
Es tu favorita cuando sientes frío; la encuentras escrita en el verso mío.
¿Quién pensaréis que yo soy, que cuanto más y más lavo, mucho más sucia me voy?
Un barbecho bien labrado, ni entra mula, ni entra arado.
Ya ves, ya ves, tan claro que es. No me la adivines de aquí a un mes.
Cabezón y muy delgado, que se pone siempre negro, después de haber sido frotado.
Dicen que tiene y no tiene, mucho pincha, poco retiene.
Soy liso y llano en extremo, y, aunque me falta la voz, digo en su cara a cualquiera la más leve imperfección; contesto al que me pregunta sin lisonja ni aflicción, y si mala cara pone, la misma le pongo yo.
Yo tengo calor y frío, y no frío sin calor, y sin ser ni mar ni río, peces en mí he visto yo.
Un campo bien labrado no gasta reja ni arado.
Adivíname ésa.
