En el buen tiempo a nadie marea,
en cuanto llueve repiquetea.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Ni corre, ni vuela, pero siempre te precede, cuando vas o cuando llegas.
Soy de cabeza redonda y me sostengo en un solo pie. Soy de tal fortaleza que a Dios hombre sujeté.
En los baños suelo estar, aunque provengo del mar.
Es un campo colorado con los surcos muy derechos; muy en alto está situado e inclinado de dos lados.
En lo más alto me ponen para que el viento me dé, soy guía para los hombres y siempre estoy de pié.
Golpe va, golpe viene y en su puesto se mantiene.
A la entrada de tu casa algo suena si lo aprietan y tu sales presurosa a abrir deprisa la puerta.
Puede ser de Persia, puede ser de Ana, por más que se enrolle, se ve en la ventana.
Cabezón y muy delgado, que se pone siempre negro, después de haber sido frotado.
Muy bonito por delante y muy feo por detrás; me transformo a cada instante, pues imito a los demás.
