En lo más alto me ponen
para que el viento me dé,
soy guía para los hombres
y siempre estoy de pié.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Estoy dentro de él y no puedo entrar en él.
Pequeña como una pera y alumbra la casa entera.
En el campo fui nacida, vestida de verdes ramas, y al pueblo me trajeron, para servir a las damas, a mí todo me regalan, caramelos, miel, melada, mas yo todo lo reparto, porque no sé comer nada.
Cuatro patas tiene, así como asiento; de ella me levanto y en ella me siento.
Caja llena de soldados, todos largos y delgados, con gorritos colorados.
Muchos golpes recibe cuando a la gente, la entrada prohíbe.
Cabecita fría la noche haces día cuando te restriego, cabeza de fuego.
Al nacer fui maltratada, mi dueño me tiene amor, y aunque soy mujer honrada, me suele tener atada y con guardas mi señor.
Es venta y no se vende, es Ana, pero no es gente.
Vivo en alta situación y en continuo movimiento, con exactitud presento del aire la dirección.
