En mí se mueren los ríos,
y por mí los barcos van,
muy breve es el nombre mío,
tres letras tiene no más.
más adivinanzas de la naturaleza...
En el cielo soy de agua, en la tierra soy de polvo, en las iglesias de humo y mancha blanca en los ojos.
Son mis colores tan brillantes que el cielo alegro en un instante.
Lleva años en el mar y aún no sabe nadar.
Como el algodón suelo en el aire flotar, a veces otorgo lluvia y otras, sólo humedad.
Soy una bola grandota, que gira constantemente, y que desea saber, dónde meter tanta gente. Si ya sabes quien soy yo eres muy inteligente.
En el campo soy hallada y al fuego alimento. Donde quiera que soy llevada, es para darme tormento.
Un convento bien cerrado, sin campanas y sin torres y muchas monjitas dentro, preparan dulces de flores.
No ves el sol, no ves la luna, y si está en el cielo no ves cosa alguna.
Vuela en el aire, pace en la tierra, se posa en los árboles, anda en la mano, se deshace en el horno y se ahoga en el agua.
Nazco y muero sin cesar; sigo no obstante existiendo, y, sin salir de mi lecho, me encuentro siempre corriendo.
