En mí se mueren los ríos,
y por mí los barcos van,
muy breve es el nombre mío,
tres letras tiene no más.
más adivinanzas de la naturaleza...
En el campo soy hallada y al fuego alimento. Donde quiera que soy llevada, es para darme tormento.
Tengo lecho y no me acuesto tengo curso sin ser maestro.
Sin vacación en sus cursos, al principio son pequeños, suelen nacer en montañas y morir de marineros.
Como el algodón suelo en el aire flotar, a veces otorgo lluvia y otras, sólo humedad.
Millares de soldaditos van unidos a la guerra, todos arrojan lanzas que caen sobre la tierra.
Nicanor tenía un barco y con él surcaba el río; ¿era este un barco pequeño o este era un gran navío? Lee despacio, Encarnación, y hallarás la solución.
Lomos y cabeza tengo y aunque vestida no estoy, muy largas faldas mantengo.
Es una enorme naranja pero de zumo salado, los gajos se le suponen entre un par de meridianos.
Nazco y muero sin cesar; sigo no obstante existiendo, y, sin salir de mi lecho, me encuentro siempre corriendo.
Un convento bien cerrado, sin campanas y sin torres y muchas monjitas dentro, preparan dulces de flores.
