En mí se mueren los ríos,
y por mí los barcos van,
muy breve es el nombre mío,
tres letras tiene no más.
más adivinanzas de la naturaleza...
Es una enorme naranja pero de zumo salado, los gajos se le suponen entre un par de meridianos.
Son mis colores tan brillantes que el cielo alegro en un instante.
Sin vacación en sus cursos, al principio son pequeños, suelen nacer en montañas y morir de marineros.
El cielo y la tierra se van a juntar; la ola y la nube se van a enredar. Vayas donde vayas siempre lo verás, por mucho que andes nunca llegarás.
Él es tío sin sobrinos, a todos calienta igual. Si no sabes de quién hablo, tras la primavera vendrá.
Hay un hijo que hace nacer a la madre que le dio el ser.
¿Qué es, qué es, que te da en la cara y no lo ves?
No soy estación del Metro ni soy estación del tren, pero soy una estación donde mil flores se ven.
Cuatro puntos son y para distinguirlos necesitamos del sol.
Un convento bien cerrado, sin campanas y sin torres y muchas monjitas dentro, preparan dulces de flores.
